sábado, 11 de agosto de 2012

Entre sábanas I



Esta es la historia de Emmanuel y Daniela dos personas con grandes historias de desilusión pero aun con las grandes esperanzas de hallar la persona adecuada. Él no tan joven de unos 32 años que vive en la capital, rodeado de mujeres hermosas y con sus mismos intereses se siente atraído pero ninguna que le haga sentir que el mundo se detiene si sonríe, le gusta el rock, el fútbol sobre todo el de su país y su ciudad, la rutina es su aliada, siempre muy apuesto y representable pues trabaja en el mundo publicitario. Ella, una muchacha un poco tímida con el sexo opuesto, tiene 26 recién graduada en Medicina y con el grande impulso de ser una semilla que cambie el mundo, perseverante y soñadora que conoce a un chico cualquiera que pasa frente a una plaza, si Emmanuel, el avanza hacía ella en ese día nublado en su vida; le pregunta si esta bien y ella no responde nada, así estuvieron durante 3 minutos, el mirando al rededor y ella solo lloraba con su mirada agachada y sus cabellos negros cómplices de ese momento no dejaban verle el rostro, al cabo de unos momentos Daniela empieza a hablar: Que he hecho mal? Acaso no fui suficiente? Acaso no soy suficiente para nadie? Ser inteligente, bella, dedicada y cariñosa no basta? Acaso no bastó ir a cursos de yoga y pole dance para ser mejor en la cama? .- Emmanuel bastante abrumado ante aquellas interrogantes de la desconocida y sobre todo la última pregunta, pregunta: Mientras te convertías en la mujer perfecta, eras feliz? .- Ella se quedo pensando en aquella pregunta, jamas se la había hecho, estaba tan ocupada siendo perfecta que olvidó ser ella misma con aquel hombre, le responde: No pero en este momento poco importa y seguramente debe estar con ambas manos sobre las tetas de esa zorra.- Eso le dio risa Emmanuel pero para poder sacarle una sonrisa a Daniela le dice: Y es que ella tiene tetas de que? Porque tus 38 no se ven nada mal.- Daniela soltó una sonrisa y secó sus lágrimas al tiempo que se las limpiaba con su pantalón para presentarse... Hola! Daniela, disculpa el desastre pero en cualquier momento me repondré, no es la primera vez... Ahora no se a donde iré porque dejé a ese imbécil con su perra en la casa y mi cartera también, que asco!.- Emmanuel nunca acostumbra a llevar chicas a casa pero sin embargo no pensó mucho en llevarla a descansar al sofá pues ella no tenía muchas opciones al parecer y la ciudad no es buena amiga de noche, le dice: Oye! Discúlpame si es un abuso pero puedo darte un lugar en mi sala, allí solo duerme el perro pero puedes quedarte en el sofá, suele ser bastante callado si le das comida.- A Daniela le pareció amistoso y su rostro le pareció fresco y sincero, entonces dijo que si! .

De camino al apartamento Daniela le contó como encontró a Jesús, su novio en plena faena con aquella mujer de cabellos largos, tetas grande y exceso de maquillaje. Llegaron, y el le ofrece algo de comer y beber a lo que Daniela responde: Tequila por favor! Serías un Dios para mi si me das tequila.- El sonríe y le da un shot de tequila, ella ríe y le dice: No juegues! Dámela toda!.- En 10 minutos tomó 7 shots y se abrió la chaqueta...Daniela: Ok! Ahora que sigue? Música? .- Emmanuel  coloca su Banda favorita "Queen" ella bastante animada, se levanta del sofá y empieza a agitar su cabello, ni siquiera llevaba el ritmo pero solo bailó y bailó tomó a Emmanuel de los brazos y empezaron a saltar por toda la sala, ella se cayó y el fue a su rescate.- Emmanuel: Estas bien?. Y Daniela solo reía pero sus risas se convirtieron en llantos y a lo que Emmanuel no tuvo mas que sostenerla y regalarle un gran abrazo y sin soltarla, ella sentía que su mundo se venía abajo, que volvió a entregar su corazón y dedicación a alguien que la decepcionó, en el momento pensó que su vida había terminado, que moriría sola cuidando gatos, mientras que Emmanuel solo se preguntaba que quien era capaz de dañar tan hermosa y radiante luz. Ella nuevamente paró de llorar y miro fijamente a los ojos de él, ahora era otro sentimiento, ahora solo sentía deseos de vengarse, de tener sexo con ese desconocido, sin importar que Jesus lo supiera o no, ella quería sentir que ese "imbécil" no era el único capaz! Le miró los ojos y se avanzó rápidamente a sus labios, empezaron a besarse pero él la detuvo y le dijo: No sabes cuan encantadora y sensual eres pero no estaré contigo esta noche, no te haré sudar de placer para que luego de que te enfríes te sientas ajena a ti, no te haré sentir un objeto.- Se marchó a su habitación, busco unas cobijas y se las llevo, Buenas noches, dijo.- Y allí quedó aquella avergonzada mujer con unos tragos encima y con las ganas de que el mundo la desapareciera, mirando aquel perro también solitario que ahora la acompañaba en aquellas cuatro paredes.

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