Christina, una mujer dedicada al arte muy romántica que le encanta viajar pues le inspiran los nuevos aires, no es de su agrado estar en un lugar por mucho tiempo al igual que sus relaciones duran muy poco, disfruta de cada hombre que conoce; se libera, pueden ser capaces de pasar excelentes ratos dentro y fuera de la habitación.
Fernando, un hombre dedicado a la ciencia, su familia posee grandes empresas a nivel mundial, dueños de un sin fin de inmuebles y son parte de grandes fundaciones y proyectos de Ciencia, entre ellas la NASA.
Un día como cualquiera Fernando y Christina se conocen en un Café, él al instante admiró con total asombro y deseo a Christina, sin embargo a ella solo le pareció un hombre un tanto desaliñado, ella no le dedicó mucho tiempo de su mirada a él, pero aun Fernando seguía inspirado al ver tal belleza, se acerca a ella de forma amistosa pero encantadora, ella le presta atención deciden tomar un café y un pie de limón juntos. Entre tantas risas dedicadas el uno al otro coversando de las asombrosas vistas de París y las grandes noches de sexo que se pueden obtener en un Hotel cercano a la vista de la Torre Eiffel se dan cuenta de que ambos ya han tenido el privilegio de tener grandes noches de placer lo que crea una interrogante entre ambos; Como serían juntos en una habitación? Ambos se miran a sus ojos y se dan cuenta del deseo que gritan ellos, sus pupilas dilatadas, ella toca disimuladamente su entre pierna, el baja la mirada a ese suceso y rápidamente la sube nuevamente a los ojos de ella y da un SI, ambos tomados de la mano se dirigen al estacionamiento indecisos ahora de cual auto tomar para llegar al lugar donde tendrían ese esperado encuentro sexual ambos suben a la camioneta de él, ella sin más quita su ajustada blusa negra y el sorprendido pero entusiasmado se apresura para quitar el brasier de encaje negro que guardaba debajo unos pechos no muy grandes pero perfecto en su estructura, ella baja sus pantis también negras y de encaje, sube su falda un tanto ajustada y se encima a Fernando besando por primera vez esos labios extraños que ahora forman parte de la sintonia de sus hormonas, el espera un momento y trata de mover un poco sus cabellos negros para ver sus ojos, le inspiran ternura y deseo a la vez así que continua besando a esa extraña pero hermosa mujer y empiezan a ser parte de sí uno del otro, Christina gime de placer, trata de convencerse a sí misma que no es buena idea hacer mucho escándalo pues el lugar no lo permite, aun así suelta su gran gemido y no para de hacerlo, (al fin y al cabo son experiencias placenteras, piensa Christina). Fernando se aferra a la espalda de su extraña apretando cada centímetro de su piel, deleitándose con los sonidos que vienen de ella, su olor lo vuelve cada vez aun más loco y apresura sus movimientos lo que genera en Christina una flexibilidad enorme, su espalda se arquea y sus pechos quedan a una mejor vista para Fernando, tomando sus caderas ella afina sus movimientos, sube, baja y vuelve a subir, él estruja sus nalgas firmes, toma con una mano uno de sus pechos y con la otra mano la toma de la cintura, recorre con su lengua el otro pecho y termina dando movimientos circulares a su pezón, Christina gime aun más fuerte, repetidos apretones a las piernas de Fernando ya no se puede contener más y ambos logran llegar a la cumbre del placer, ella sonríe y se acerca al rostro de Fernando mostrándole cuan agradecida está por el encuentro, él nuevamente quita sus cabellos negros del rostro y le brinda un gran beso y ambos se abrazan por unos cuantos minutos.
Christina despierta de ese momento y coquetamente se dispone a colocar su blusa y pantis donde deben estar; en ella! Él la observa como si fuese un amanecer en Fiji y ella el terminar de vestirse dice: Adiós extraño.! Seguido de un beso en la frente.
Christina solo quisiera volver a verle pero el encuentro fue un tanto inesperado y único que no desea estar en el mismo lugar nuevamente, mientras, Fernando aun sorprendido por todo lo sucedido ansía el volver a encontrarle en ese Café.
Yowza es un término usado en la antigua Grecia
para exclamar el deseo sexual hacía otro usando tanto
en hombre como en mujeres.
Así que cuando veas a alguien que desees ya sabes que dirás?
Yowza!
Feliz primer año a mi blog. Gracias!
